De tigres y cerdos: capítulo I

El Tigre Celta está en horas bajas como publicaba ayer La Vanguardia. Su mal, como el que hizo estallar la crisis en EE.UU. en 2007 viene de la especulación inmobiliaria y financiera. Pero el resto de los "cerdos voladores" (PIGS) no disfrutan de mejores perspectivas. Después de meses en los que se ha ido negando la situación, las noticias que se apuntan sobre la economía española son muy poco esperanzadoras: España, al igual que Irlanda se ha aprovechado estos años de los fondos que le llegaban de la Comunidad Europea y de los bajos tipos de interés para llevar a cabo un crecimiento inmobiliario especulativo. Pero la fiesta se ha terminado aunque, por diversos intereses se intente que la noticia no sea demasiado evidente. La revista The Economist anuncia que los precios de los activos inmobiliarios en España están sobrevalorados un 44% y al poco, Roberto Higuera, consejero del Banco Popular responde que están en disposición de asumir un descenso del 45% del valor de los inmuebles que el banco tiene en cartera. La conclusión es clara: las valoraciones de los inmuebles siguen lejos de su valor real y deben bajar. Esto es una mala noticia para todos los sectores implicados: constructores, inmobiliarias, bancos y para la misma administración. Por ello se va dosificando y haciéndolo llegar poco a poco a la opinión pública.

Por otro lado el FMI anuncia previsiones de cerca del 20% de desempleo para nuestro país en 2010 y que no se espera la recuperación hasta el 2014.

En este contexto, las propuestas de la CEOE de un contrato con indemnización por despido de 8 días por año trabajado no parecen ser la vía más adecuada para fortalecer la confianza en el sistema y que se reactive el consumo...