domingo, 10 de mayo de 2009

Soy un conejo... ¡No me peguen más!

Ni arrepentimiento ni propósito de enmienda: Durante la última semana han vuelto a salir a la luz declaraciones de Dick Cheney ensalzando la tortura y poniendo en tela de juicio la decisión de Barack Obama de acabar con esas prácticas y de clausurar las prisones dónde se practicaba...
Me recuera un viejo chiste políticamente incorrecto, sobre una competición entre servicios de seguridad:
"Durante un congreso mundial servicios de inteligencia se organiza un concurso de eficacia... Tras un riguroso examen técnico el CSID consigue llegar a la final junto al Mossad y la CIA. La prueba final para consagrar al mejor es ver quién logra atrapar el conejo más grande en el plazo de un mes.
Pasado el plazo y reunido en un auditorio numeroso público representando a numerosos cuerpos y fuerzas de seguridad mundiales, los españoles son los primeros en presentar un gran conejo de 20 kilos explicando que han seguido las normas internacionales al uso en investigación y han localizado al ejemplar en un trigal castellano. Aplausos del público.Les toca a los israelíes... y presentan un inmenso conejo de más de cien quilos de peso, con el volumen de un cerdo y explican que el operativo de captura ha incluido un batallón de Sahal junto a un despliegue de tecnología de última generación, helicópteros, satélites... Todo dirigido y coordinado por un equipo de estrategia. Aplausos del público.
Mientras tanto, la CIA observa la situación, y en su turno explican con calma desde el escenario que el conejo localizado en un área de servicio de Bagdad, en Irak, es tan grande que no pasa por la puerta y que es necesario que los congresistas salgan a la calle a verlo.Salen todos sorprendidos y se encuentran con un elefante muy golpeado, con los ojos morados, la trompa rota, con síntomas de shock y respirando con muchísima dificultad, además de tener una pierna partida, una oreja colgando y cerillas entre las uñas. Asombrado, el presidente del jurado observa el animal y pregunta: “¿Pero esto qué es...?”.
Y el elefante con los últimos suspiros grita:¡¡¡SOY UN CONEJO!!! ¡¡¡SOY UN CONEJO!!!¡¡¡PERO QUE NO ME PEGUEN MÁS!!!!

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